3 jul 2009

Recuerdos y ley de vida.


Hoy decidí ir haciendo sitio en mi habitación, para cuando la cuna, y la ropita de mi “heredera”... y para ello tenía que ir sacando cajas de los estantes. Tengo un estante junto a la ventana de mi habitación, con 10 cajas de esas forradas con papel de regalo (todas iguales) como si fueran cajoneras y cada una de ellas llena de recuerdos... sobre todo cartas de incluso mis 13 o 14 años. Así que se me ha ocurrido envasarlas bien en otras cajas normales, etiquetarlas y bajar todo al trastero, donde he puesto unos estantes metálicos que me garantizan que no les llegará nunca la humedad de cuando se lava el garaje y en las paredes, pues nunca la hubo. El caso es que mientras iba reclasificando y mirando (imposible resistirme) he topado con los recuerdos más recientes. Tarjetitas de ramos de flores, un peluche del tamaño de una naranja, postales navideñas... y alguna que otra declaración de amor (que una también ha roto algún corazón, sin querer). El caso es que topé con la carta que me enviaba el que ha sido mi mejor amigo hasta hace poco. En su día me pidió salir, yo le dije que no, el me pidió que le dejara intentarlo, y al cabo de 3 meses entendí que no nacía en mí el “feeling” que debía tener, y tuve que romper la “relación”. Y digo que fue mi mejor amigo, el que sabía todo de mí, el que yo trataba de ayudar siempre... Mientras salí con mi ex, siempre estuvo ahí, y yo oía sus problemas familiares. A él le confié todo cuando con mi ex todo salió mal y a él le falló una relación que tuvo. Era tal la confianza que el año que no me felicitó por mi cumpleaños, intuí que su madre (con cáncer) o había fallecido o estaba muy mal. El caso es que cuando le confié que con el que hoy es mi marido la cosa iba como la seda y que ya me quedaba aquí y que me olía una boda temprana... algo cambió. Cesaron los email, los períodos entre llamadas se alargaron, y las mismas llamadas se hicieron menos divertidas y más silenciosas... Al poco empezó una relación nueva (que parece ir como la seda, según he juzgado hace un par de semanas)... y esa amistad fue desapareciendo. No quise mostrárselo, me parecería egoísta, pero al principio me sentí algo decepcionada (¡que mala!!). Y aún así, que contradicción, me alegro mucho de que sea feliz, él merecía una mujer que lo valorara en todo lo que él vale (y vale mucho) y a ella se la nota colgadísima. A veces quedamos para cenar, 3 parejas... y ya no es igual. Supongo que es ley de vida... ¿Es normal, no amigos???.
La cuestión es que al leer un poema creado por él, que traía aquella carta, recordé mi sorpresa al ver que a pesar de mi rechazo, seguía estando cerca, seguía siendo mi amigo.

“Te has alejado.
Tu beso en mi mejilla,
ha desplegado sus aromas al viento
y los días se suceden de agrietados suspiros.
Una imagen,
eso eras en la corta distancia que nos separaba,
una sombra entre luces en el horizonte de mis sentimientos.
Me pesa tu nombre.
Combinado por mi recuerdo,
la distancia se hace eterna,
pensando cuando volveré a verte.
Una llamada... ¡eres tú!,
pasan las semanas y solo queda en mi vida
... tu volumen vacío. “

26 jun 2009

Kayla... mi cosita pequeña.



Finalmente, hoy en la Gine, no dije nada y esperé si ella decía algo. De repente mientras mira, dice:
- Vaya, te había yo puesto que era niño con un interrogante, pero... creo que te voy a hacer feliz, es clarísimo que es una niña.
Creo que salí flotando de la consulta, dquiero ser cauta, por si las moscas... pero algo me dice que esta vez que todos están de acuerdo, es realmente niña. Llamé a Erinio que se puso muy contento, y ya sugirió pasarnos el sábado a "visionar" una tienda de bebés que tenemos aquí en el pueblo, luego a mis suegros, por la tarde, y también se alegraron mucho... Ya no tenemos que buscar nombre (la verdad es que de niño, no nos acababa de convencer ninguno). Sigue siendo Kayla, mi cosita pequeña. Hace un par de horas nos reunimos unos cuantos en el jardín de mi suegra y comenté que me habían dicho que era más larga de la talla habitual y tenía casi 100 gramos más de lo esperado... total, que todos, amigos incluídos, se reían mucho diciendo:
- Amiga, esa mezcla exótica de Finlandés con Australiana, buena genética tenía que traer.
¡Estoy más hinchada que un pavo!

24 jun 2009

Si la conciencia se niega.

El lunes supe por boca de una amiga, que se divorcia. Su marido le ha sido infiel y vi en ella un odio abismal que parece reafirmar ese dicho de que el odio entre una pareja es proporcional a lo que se han querido antes de ir todo mal. Yo en verdad creo que depende del alma de cada persona, todos somos distintos. Yo sufrí muchísimo con mi ex, y sin embargo, cuando en una circunstancia, un año después, pude hacerle muchísimo daño, sencillamente no lo hice. Seguí creyendo que como persona deja mucho que desear, pero no lo hice. Me callé y seguí. La cuestión es que realmente no es amiga mía, es más bien una conocida que tal vez porque no encontró a nadie más a mano, o porque yo tenía tiempo, o porque tenía que ser así, me fue involucrando en nuestros encuentros casuales en la pastelería del pueblo, contándome su dolor, hasta finalmente decirme el lunes que se divorciaba... y que planeaba llevarse a sus hijos a un país sin tratados con España ya que sus padres (gente con posibles), están dispuestos a darle cierta cantidad para que vuelva a empezar, aún sabiendo que tendrán que viajar para verlos (lo cual tampoco entiendo). Al instante le dije que no me parece bien y por unos instantes fui su enemiga. Me contó que en la última discusión, tras unas palabras muy fuertes suyas (no las transcribo), él le dió una bofetada. Sin moratones, sin sangre, pero una bofetada al fin y al cabo. Fue la primera y última y no sé si esto es para decir que es un maltratador o que fue un arrebato de impotencia o de rabia, pero desde luego creo que yo tampoco me sentiría tranquila con él a solas.
Y aún así... sigo pensando que huír con los hijos, que son de los dos, no es la manera, porque no creo que tenga derecho a apartarlos de su padre (y he visto que le adoran). Sé que cuando hay un divorcio se dicen y se hacen cosas que uno nunca pensó... pero la conciencia se me niega a callar y no sé que hacer. Su amistad no es algo que vaya a preocuparme, pero sí el meterme en semejante fregado. Pero es que todos necesitamos a nuestros dos padres, salvo en casos extremos en que ves que realmente estás mejor sin alguno de ellos, y creo que esos críos, a lo largo de los años necesitarán, añorarán, querrán saber de su padre, por muchas pestes que ella les cuente. Además ¿que hay de los abuelos paternos?, ¿que culpa tienen?. Algún día esos críos querrán retomar el contacto... y reprocharán lo que se les hizo, aunque no les faltara nada material. No importa que ellos dos se detesten ahora, los hijos deben ser terreno neutral, no escopeta cargada para hacerse el mayor daño posible.
Mi madre hizo conmigo lo mismo... y 28 años después, no se lo perdonado.

10 jun 2009

El HOSPITAL, una coña.

Hola guapoooooos/as... ¿que tal de fin de?... No sé donde todos vosotros, pero aquí de playa, NADA, NADA. Vaya caca de tiempito que hemos pillado.
Ayer me fui a revisión al hospital, y resultó toda una coña de odisea. Tenía la eco a las 11.00 y la consulta a las 12.00. El caso es que para la eco entramos bastante bien. Fue llegar y al poco ya entramos. Pero para la consulta... un total cachondeo. Resulta que habían dado abajo por error, la cita para las diez en punto a 7 personas distintas (yo no me explico como) y CLARO, se empezó a formar un atasco bestial, las enfermeras de una mala uva que ríete tú, mientras te repetían que no era culpa suya ni de los médicos, algunos empezaron a protestar en voz alta... bueno, para mear y no echar gota. A la hora que me tocaba a mí la consulta, había 13 personas delante, y lo que nos dijo la enfermera en la sala de espera a varias parejas:
- ¿Porqué no se van a tomar un café tranquilamente?. O dense un paseo, porque esto va para largo.
Y a todo esto, lloviendo fuera a cántaros. Y como mi Erinio iba a ir luego a donar sangre (es 0+ y le gusta ir cuando puede), había desayunado solo líquido y aguantaba el tipo. A la una de la tarde, ya no aguantaba y le dije que se fuera a donar el solo, que no pasaba nada. Se va a donar, y encuentra un cartel que indica que solo cogen la sangre por la tarde, así que se viene de vuelta, pasando por la máquina y cargando chocolatinas y un zumo y me dice que ya irá a última de la tarde. Finalmente, ya me dolía el culo, y nos hicieron entrar a las 2 pasadas. Y luego que fuera a pedir cita para la próxima consulta en julio. Y, ¡que coña! ya no había papel en la maquina para coger número y dejaban de dar citas a las tres. Delante unas 50 personas, a aquellas horas... y de las 4 ventanillas, cierran dos, Nos pusimos en fila india, con los dedos cruzados. Cuando nos tocó, eran casi las 3 (muchos con número se fueron antes de su turno, hartos, lo que nos dió suerte). A los que quedaban fuera por minutos, les dijeron que por la tarde fueran a otro centro, que les daban allí la cita igualmente para el hospital, la gente se enfadó, ... más follón, protestas...
En fin, luego ya comimos allí (a 25 kms. de casa), y por la tarde nos fuimos a Prenatal, a curiosear cunas y sillas y a una zapatería donde me cogí unos zapatos sin tacón, porque ya me molestan los de siempre. A última hora él fue a donar, tomamos un zumito de naranja, natural y nos vinimos a casa.
Y a todo esto, ¿lo mejor del día?, la eco. Le dice mi hombretón al médico, por preguntar: ¿Bueno, y qué es?. Y suelta el médico: Hombre, por aquí no veo colgar nada, es una niñita. A mí se me debió notar en la cara porque me preguntó si estaba sorprendida. Dijimos que no, que no, que genial y nos callamos mientras nos decía que veía todo bien. Así que estoy esperando la próxima consulta con la gine privada. No le voy a contar nada, y veamos si me dice que ahora se ve bien y es una niña... JAJAJA.... yo ya no me fío nada, así que ya no me hago ilusiones, y ya me he estado fijando en los conjuntos de cuna verdes y amarillos y naranjas pastel... así nos evitamos problemas... JA,JA,JA.

2 jun 2009

UN AÑO MAS VIEJA...


Y aquí estoy, con un año más, cumplido ayer. Y aquí estoy con la certeza de que nunca llegas a conocer del todo a la gente, ya que ayer fue un día curioso. Por un lado estaba algo tristona, por lo inevitable de lo rápido que se van los años... y por otro, estaba pensando cuantos me recordarían este año, ya que este año todos tenemos la vida algo liadilla. Unos nos casamos, otros ya fueron papis, otros se han quedado en paro, otros han perdido alguien querido...El caso es que D.Erinio me felicitó a las 7 de la mañana con un beso en la frente al irse a trabajar, mi mejor amigo, mandó un mensaje sobre las 8.00hs. Otro amigo a las 9.30 hs. Una amiga llamó a las 13hs. Mi suegra llamó sobre las 15hs... Así que me quedé gratamente sorprendida. Y por si alguien se lo está preguntando. No, de mi familia nadie llamó, como es habitual. Mi madre lo mencionó cuando llegó a casa a las 9 de la tarde, para cenar y dormir, ya que suele pasarse el día fuera. Pero el que se llevó la palma fue mi hombretón de ojos verdes. Veréis, hacia las 20hs., es cuando solemos llamarnos para saber si llegará tarde o voy ya preparando la cena, así que ayer le llamé yo. Me dijo que no preparara nada aún que no llegaría hasta las 9media, más o menos y cuando le pregunté donde estaba aún, me dijo que a unos 40 kms. todavía, así que yo, viendo que había tiempo, me puse con unos huevos rellenos, que sé que le chiflan.
A las 9ycuarto llegó, saludó, preguntó que tal el día... y yo, ensimismada con los ojos en la pantalla del ordenata, leyendo un mail de una colega en Portugal, no le miré por un minuto. El no se sentó, ni vino a darme el abrazo por la espalda de siempre, así que le miré... para vérmelo cargado:
Una bolsa de Prenatal (a 25 kms), colgada del brazo, un ramo con nueve rosas blancas apoyado contra el pecho, y una tartita que al abrir el papel vi que era IDENTICA a la de nuestra boda.
Claro, se me empezaron a caer lágrimas como una boba... y le dije que porqué se había gastado tanto, que no hacía falta, y me miró sonriendo:
- Bueno, necesitabas ropa de mami, ahí está en la bolsa, además hacemos 9 meses de casados en unos días, y la tarta me apetecía ¿pasa algo?.
Cuando fui a abrir la bolsa de Prenatal, me encontré un vestidito, una falda y una camiseta, además del catálogo para ir viendo carritos y cunas.
Ni que decir tiene que cenamos pronto, soplé y tomamos la tarta y nos fuimos a la habitación, nos dimos una ducha rápida (juntos, por supuesto) y nos pusimos a ver el catálogo sobre la cama, después de comprobar que la ropa me servía y encima eran mis colores favoritos.
Por eso digo que este año me ha dejado de piedra... nunca olvida mi cumpleaños, pero no es persona tan romántica como yo, ni tampoco es necesario tanto regalo... y desde luego no me lo imaginé nunca entrando con el mono de trabajo y los zapatos de seguridad en Prenatal...Me ha dejado perpleja del todo... será que mi barrigota le hace muy feliz y este año tiró la casa por la ventana. ¿No?.

23 may 2009

... Lo que es amar


Hoy ha pasado algo que hace más de un año que no pasaba: me he cruzado a mi ex, a Santi, y a una distancia bien corta. Yo lo amaba muchísimo, pero he de reconocer que pasados los 4 primeros años, algo cambió y dejó de ser el que era, o se dejó ver como lo que realmente era. Supongo que mi relación con él fue la confirmación de, "lo que mal empieza mal tiene que acabar": cuando lo conocí, no me dijo que salía con otra. Y cuando lo dijo yo lo quería tanto... nunca me había enamorado, y me fui a enamorar de él. Desaparecí, pero no paró hasta que volví, y luego aún tuve que esperar un tiempo a que esa chica y él se dejaran. Curiosamente, fui tan feliz... llegué a creer en los amores de cuento. Era esa clase de hombre que aparecía a la salida de mi trabajo sin avisar, que sin avisar me llevaba a ver el paso de estrellas fugaces, que me dejaba a Chayanne en el contestador si no me encontraba... Era tan increible... pero nunca me presentó a nadie de su entorno, ni familia, ni amigos. No aceptaba de buen grado un regalo por su cumpleaños y nunca supe porqué. Luego pasó a estar convencido de que me veía con otros cuando él estaba trabajando (tenía un negocio que le absorvía tiempo)... y yo me desesperaba, era mentira, y ¡¡ como me escocía no saber convencerle de que estaba equivocado !!. Cuando recuerdo las que me hizo en aquellos ultimos 3 años... ¡y cuanto me arrastré!... siendo hasta verguenza de mí, ¡no era yo!. Recuerdo cuando a un cliente suyo muy rico, le dijo ante mí que era administrativa en una gestoría, ¡le avergonzó decir que era camarera!. Yo era administrativa, pero en aquel momento era camarera porque no había encontrado trabajo y la hipoteca mandaba. Yo respiraba por y para él, perdí el rumbo y hasta el mundo de vista, y él siempre encontraba el modo de convencerme de que esas cosas no tenían importancia. Nunca me llevó a sus cenas de negocios... supongo que porque creía que no encajaría entre las amigas de sus clientes ricos. Un día, tras llorar todo un domingo, me levanté y me dije: hasta aquí llegó esto, y ya no supo de mí, más que cuando harta de sus insistentes llamadas le mandé un mensaje diciéndole que había otra persona, aunque lo hice llorando amargamente, sola. Más tarde supe que había estado viendo a otras 2 en los 2 últimos años de nuestros 7. Tiempo después me pedía porfavor, en mensajes, que le permitiera hablar conmigo, que el pasado le hacía mucho daño. No quise. Casi un año después empecé a salir un poco, y conocí a mi señor Erinio.
Hace casi 2 años, lo vi después de casi 3, con dos niños gemelos ¡él, que no se veía padre !!, y una chica que era el claro ejemplo de lo que él decía que detestaba. Una chica que no se maquillaba, callada, mal arreglada... al lado de él, tan peripuesto siempre y siempre dispuesto a sacarle peros a tu imagen. Sentí un ramalazo de rabia por los recuerdos... yo no me merecía lo que hizo de mí. Me sentí mal, y me fui del local, dolida.
Lo de hoy, creo que fue distinto. Yo acababa de entrar en el super con mi marido, mi dulce, cariñoso, guapo, fuerte y sincero D.Erinio, mientras él se paraba 2 mts antes, en la sección de frutos secos, yo leía la lista de la compra, y al levantar la vista, en el metacrilato de un expositor, vi a Santi. Estaba a unos mts. tras de mi, con uno de los niños en el carrito vacío, más delgado, menos cuidado, y me miraba. Yo no me moví, fingiendo leer los ingredientes de una lata de raviolis precocinados, y le vi acercarse en linea recta, y ponerse justo detrás, en la mesa de las empanadas. Entonces me giré y era imposible fingir no verlo. Nos miramos, yo no puse gesto de nada, solo miré, él hizo amago, abrió la boca como para decirme algo, y entonces reparó en mi barriga enfundada en mi blusa azul cobalto premamá, y justamente en ese instante, mi marido volvió con su paquetito de cacahuetes salados y me besó de lado, en la frente: Mi vida, ¿que tal el dolor de cabeza?. Mi ex ya no dijo nada, bajó la cabeza como eligiendo una empanada, y fue cuando lo vió mi marido, y nos fuimos caminando.
- ¿Ese no es tu ex?.
- Si.
- ¿Y donde dejó el otro bebé?.
- Ni idea, no nos dijimos nada.
- Igual ya se peleó con esta también. El sí que tuvo gemelos, que suerte.
- Ya sabes el dicho, "todos los cerdos tienen suerte".
Tema zanjado. Ya no se dijo nada más. En ese instante me dió por girarme, y lo vi dejando el carro vacío en la cadena y marchándose sin nada. Hace muchísimo que ni me acordaba de él y de pronto no pude evitar pensar:
- ¡Vaya!, ¡ hoy es a él a quien le jode!.
Yo huí de sus tentáculos mediante un mensaje de móvil, desaparecí de su vida. No cogí ninguna llamada suya ni consiguió cruzarse conmigo en años. Aunque soy muy feliz, siempre pensé que algo no había cerrado como debía. Mi relación de ahora es mucho menos romántica, pero más llena de cariño y de complicidad, sobre todo complicidad, sé que elegí bien, pero extrañamente, no dejé de sentir que aquello era como un capítulo sin cerrar en mi vida, y no conseguía entender porqué lo sentía así, aún sabiendo que no le echaba de menos, ahora, 6 años despues de irme. No sé si os explico bien la sensación... pero el caso es que, de repente, en medio de la sección de zumos sentí como que me sacaba como una espina del alma, como que algo estaba finiquitado, como que la etapa se había, definitivamente cerrado. Podría llamarse revancha, porque me hizo tantísimo daño, pero no lo siento exactamente así, aunque reconozco que sí sentí momentáneamente un gustito...
Ojalá me equivoque y sea feliz, pero no creo que pueda nunca serlo como yo: el no sabe ni sabrá nunca, lo que es amar. De eso estoy segura.