Tiene gracia. Yo, jóven, cabezota, y mujer (todo hay que decirlo), siempre he mantenido es que una de las cuestiones que más detesto es oír un consejo no pedido. Pues, vaya, hoy lo que me cabrea... es el consejo que no me toma un amigo. Hablando con conocimiento de causa, hace 4 años, di ese mismo consejo a una persona que aunque no era amigo mío, yo venía que estaba empezando a perder un poco el sentido común, y que aún estando avisado por quien paga a fin de mes (como en este caso), no puso remedio al error, y sin pitos ni flautas se encontró engrosando la cola de entrada al INEM en busca de otro trabajo. Entonces no insistí, pero siendo este el caso de una persona a la que aprecio verdaderamente, y que me consta no tiene el bolsillo para gaitas, se lo dije una, y dos y tres y cuatro veces... pero lo que le dura la intención son... 3 días.
¡ Aaaaah !... el verano que empieza... niñas con dos trapitos, piernas tostadas, canalillos en las terrazas, copas de cachondeo con los colegas en las noches y en los coches... risas que alargan la vida, dicen, cada madrugada. Y yo, con mis 31, apoyo la moción, no se vaya nadie a creer que vengo del convento de las Agustinas. La fuerga de noche tras noche, de lunes a lunes, es un eslabón a la alegría al alcance de todos, es ideal... para TURISTAS, NARCOS, PARADOS COBRANDO, ESTUDIANTES... y para de contar. Yo también disfruto. Mis madrugadas de viernes y sábado no me las quita nadie y el esqueleto aguanta hasta que me acuesto a buena hora el domingo y seguir bien el resto de la semana, rindiendo, hasta el siguiente viernes. Porque, hablemos claro: ¿qué sucede a un alma que duerme 5 hs. diarias?. Un día llega tarde, al otro llega en punto pero está atontado, al otro llega de nuevo tarde, al siguiente llega pero le duele la cabeza, al otro ronquea a ratos sobre la mesa, al otro ve todo medio borroso y le pesan hasta los lunares. Luego duerme medio día, y vuelta a empezar el tour del chicharrón. Porque así es como está uno al llegar el domingo: hecho un higo, con las ojeras hasta el codo y la concentración en las uñas de los pies (así cenamos señales luego y las curvas nos parecen el Canal de la Mancha). A veces ni es necesario que medie alcohol de por medio. Es cansancio, puro y duro. Entonces, después de lo dicho y redicho, ¿qué ultimo recurso me queda para decir a este entrañable coleguilla que se equivoca?. .. Ya me veo imprimiendo esta hoja y colándosela en el buzón, porque a veces somos tan ciegos que nos vale mas el consejo de un pringado que pasaba por la zona que el de alguien que nos quiere. Ya lo decía Lichtenbert: "Muchos hombres ven más la virtud en arrepentirse de sus pecados... que en evitarlos".
¡ Aaaaah !... el verano que empieza... niñas con dos trapitos, piernas tostadas, canalillos en las terrazas, copas de cachondeo con los colegas en las noches y en los coches... risas que alargan la vida, dicen, cada madrugada. Y yo, con mis 31, apoyo la moción, no se vaya nadie a creer que vengo del convento de las Agustinas. La fuerga de noche tras noche, de lunes a lunes, es un eslabón a la alegría al alcance de todos, es ideal... para TURISTAS, NARCOS, PARADOS COBRANDO, ESTUDIANTES... y para de contar. Yo también disfruto. Mis madrugadas de viernes y sábado no me las quita nadie y el esqueleto aguanta hasta que me acuesto a buena hora el domingo y seguir bien el resto de la semana, rindiendo, hasta el siguiente viernes. Porque, hablemos claro: ¿qué sucede a un alma que duerme 5 hs. diarias?. Un día llega tarde, al otro llega en punto pero está atontado, al otro llega de nuevo tarde, al siguiente llega pero le duele la cabeza, al otro ronquea a ratos sobre la mesa, al otro ve todo medio borroso y le pesan hasta los lunares. Luego duerme medio día, y vuelta a empezar el tour del chicharrón. Porque así es como está uno al llegar el domingo: hecho un higo, con las ojeras hasta el codo y la concentración en las uñas de los pies (así cenamos señales luego y las curvas nos parecen el Canal de la Mancha). A veces ni es necesario que medie alcohol de por medio. Es cansancio, puro y duro. Entonces, después de lo dicho y redicho, ¿qué ultimo recurso me queda para decir a este entrañable coleguilla que se equivoca?. .. Ya me veo imprimiendo esta hoja y colándosela en el buzón, porque a veces somos tan ciegos que nos vale mas el consejo de un pringado que pasaba por la zona que el de alguien que nos quiere. Ya lo decía Lichtenbert: "Muchos hombres ven más la virtud en arrepentirse de sus pecados... que en evitarlos".
A partir de cierta edad ya no necesitará consejos: su cuerpo se encargará de recordárselo...
ResponderEliminarPor supuesto, jose, pero entonces SERA MUY TARDE.
ResponderEliminarERinia