Hoy al ir al buzón he reconocido ya de lejos el tipo de sobre. He recibido una carta de mi supuesto padre. Y digo supuesto... primero porque hace 26 años que no lo veo, segundo porque la última vez que me escribió (jul.06) fue para decirme que siempre había tenido la duda de si era su hija. En fin, un culebrón. Toda mi vida oyendo a mi madre jurar y perjurar que él se había liado con mi profesora de párvulos y resulta que él me dice que mi madre se llevaba muy bien con un vecino francés que era profesor...¡¡?. Surrealista... no se me ocurre más.
Pero encima me escribe ¡¡ 8 lineas !!, lo juro, contadas con el dedo, media carilla, y me dice que soy yo la que parece que no tiene interés en saber del viejo...¡¡¡???. Alucino. Me reviso los archivadores hasta que encuentro la condenada carta, la fotocopio y marco en fluorescente algunas “cositas”. Tras esa carta yo le respondí, que me parecía injusto que sabiendo eso no lo hubiera dicho antes y que de todas formas, si estaba seguro de ello, que cualquier decisión que tomara me parecería bien. (Y qué iba a decirle, si no lo reconocería si me lo cruzara en la calle). Fue el, quien no envió luego una mísera postal por navidad o por mi cumpleaños. Me había dicho que para el nada cambiaba que yo sería siempre su hija... pero me dejó claro que no va a hacer un viaje tan largo "solo porque tú lo pidas". Yo solo le había dicho que quería verlo una sola vez al menos, antes de morirnos ambos. Pero fue claro y contundente: Que nunca vendrá, que ya se ha comprado allí el nicho, que ya tiene todo dispuesto con su notario... supongo que es una persona extraña, pues despues de 35 años en un país tan lejos y tan diferente nunca volvió, nisiquera cuando su madre se fue.
Píndaro dijo: "Muchas veces lo que se calla, impresiona más que lo que se dice ", pero quiero escribirle aun sin saber que le voy a contar a estas alturas de la novela. Diré que creía que sospechando eso, que no tenía objeto tanta insistencia (yo escribía 3 cartas por cada 0,5 suyas), o que estaría cansado y no sabía decirmelo. Hablaré del tiempo, de política... tal vez le envíe una foto.Le diré que me caso seguramente el año que viene, que ya sé que no quiere venir a la boda, que no vendrá a conocer la primera nieta. Algo más... poco más... ¿para qué?.
No deja de apenarme su actitud a lo largo de los años, y me enrabieta, ya no soy ninguna niña. Pero a veces, todavía hiere. Si cree que no es mi padre, debió decirlo y ahorrame miles de lágrimas, cuando era niña, y si lo es ¿de que sirve que me escriba 1 vez o dos al año sin más?. Al fin y al cabo, entonces ser padre... ser reduce solo a un gen?... ¿Habría sido distinto si estuviese seguro de que soy su sangre?. Me aterra pensar que alquien pueda reducir el cariño, el amor a solo un poco, a solo eso, a tan solo ADN.
Pero encima me escribe ¡¡ 8 lineas !!, lo juro, contadas con el dedo, media carilla, y me dice que soy yo la que parece que no tiene interés en saber del viejo...¡¡¡???. Alucino. Me reviso los archivadores hasta que encuentro la condenada carta, la fotocopio y marco en fluorescente algunas “cositas”. Tras esa carta yo le respondí, que me parecía injusto que sabiendo eso no lo hubiera dicho antes y que de todas formas, si estaba seguro de ello, que cualquier decisión que tomara me parecería bien. (Y qué iba a decirle, si no lo reconocería si me lo cruzara en la calle). Fue el, quien no envió luego una mísera postal por navidad o por mi cumpleaños. Me había dicho que para el nada cambiaba que yo sería siempre su hija... pero me dejó claro que no va a hacer un viaje tan largo "solo porque tú lo pidas". Yo solo le había dicho que quería verlo una sola vez al menos, antes de morirnos ambos. Pero fue claro y contundente: Que nunca vendrá, que ya se ha comprado allí el nicho, que ya tiene todo dispuesto con su notario... supongo que es una persona extraña, pues despues de 35 años en un país tan lejos y tan diferente nunca volvió, nisiquera cuando su madre se fue.
Píndaro dijo: "Muchas veces lo que se calla, impresiona más que lo que se dice ", pero quiero escribirle aun sin saber que le voy a contar a estas alturas de la novela. Diré que creía que sospechando eso, que no tenía objeto tanta insistencia (yo escribía 3 cartas por cada 0,5 suyas), o que estaría cansado y no sabía decirmelo. Hablaré del tiempo, de política... tal vez le envíe una foto.Le diré que me caso seguramente el año que viene, que ya sé que no quiere venir a la boda, que no vendrá a conocer la primera nieta. Algo más... poco más... ¿para qué?.
No deja de apenarme su actitud a lo largo de los años, y me enrabieta, ya no soy ninguna niña. Pero a veces, todavía hiere. Si cree que no es mi padre, debió decirlo y ahorrame miles de lágrimas, cuando era niña, y si lo es ¿de que sirve que me escriba 1 vez o dos al año sin más?. Al fin y al cabo, entonces ser padre... ser reduce solo a un gen?... ¿Habría sido distinto si estuviese seguro de que soy su sangre?. Me aterra pensar que alquien pueda reducir el cariño, el amor a solo un poco, a solo eso, a tan solo ADN.
No cabe duda que los lazos del amor no los dá el ADN, sino el cariño, el roce..la convivencia.. y cuando uno no se quiere responsabilizar, por mucho que uno patalee, no habrá forma...
ResponderEliminarTú intenta ser feliz, te lo mereces, no eres culpable de nada.
Besos.
Tu post me ha dejado (como en otras ocasiones) sin palabras. Tampoco es algo que me explique la relación de abandono de ciertos padres para con sus hijos. No lo entiendo. Ni entiendo la manipulación de ciertos padres para con sus hijos.
ResponderEliminarLo jodido es qu eocurre. Como ocurren y como los seres humanso somos capaces de otras barbaridades.
Lo único que podemos ahcer es qu ela familia que creemos de puertas adentro de nuestra casa sea diferente de aquella que nos ha hecho daño.
Un beso y fuerza.